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San Gaudencio de Brescia

San Gaudencio de Brescia

San Gaudencio de Brescia – Obispo y defensor de la fe

San Gaudencio fue obispo de Brescia desde 387 hasta 410 d.C. Fue sucesor de San Filastrio, un reconocido escritor sobre herejías.

Al morir San Filastrio, Gaudencio se encontraba en una peregrinación a Jerusalén. El pueblo de Brescia hizo un juramento de no aceptar otro obispo que no fuera él. San Ambrosio y otros obispos vecinos lo obligaron a regresar, aunque inicialmente se resistió.

Los obispos orientales también amenazaron con negarle la comunión si no obedecía. Se conserva el discurso que dio ante San Ambrosio y otros obispos durante su consagración, donde se excusa por su juventud y presunción al hablar.

Trajo de Oriente muchas reliquias valiosas de San Juan Bautista y los apóstoles, especialmente de los Cuarenta Mártires de Sebaste. Las depositó junto a otras reliquias en la basílica Concilium Sanctorum de Brescia.

Se deduce de una carta de San Juan Crisóstomo que ambos santos se conocieron en Antioquía. Cuando Crisóstomo fue exiliado en 405, Gaudencio lo defendió con fervor.

Gaudencio y otros obispos fueron embajadores ante el emperador Arcadio en nombre del papa y de Honorio. Fueron capturados y maltratados, pero finalmente llegaron a Italia. Crisóstomo le escribió cartas agradeciéndole.

Se conservan 21 tratados de Gaudencio, principalmente sermones pascuales. Su estilo es sencillo y los temas son muy buenos.

Fue enterrado en Brescia, y su figura aparece en altares pintados por Moretto, Savoldo y Romanino. La mejor edición de sus obras es la de Galeardi de 1720.

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