San Caprasio de Lérins es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo V. Este religioso ermitaño fue el maestro y guía espiritual de San Honorato de Lérins, quien lo inició en la vida austera y monástica y lo acompañó en sus viajes de peregrinación así como durante la fundación del monasterio en Galias.
Poco sabemos sobre los primeros años de vida de San Caprasio. Se le reconoce por primera vez como un hombre de cultura y grandes dones espirituales que se había separado de las riquezas del mundo para llevar una vida solitaria de penitencia y oración en Provenza. Cuando san Honorato y su hermano Venancio comenzaron a frecuentar la ermita donde vivía Caprasio, sintieron la necesitad de adoptar este estilo de vida austero y además peregrinas al oriente.
San Caprasio se fue con sus discípulos en este viaje de peregrinación, pero las dificultades, penurias y privaciones que pasaron, quebrantaron la salud de los viajantes, principalmente de Venancio quien falleció poco después de llegar a Modon de Grecia.
Tras este fallecimiento, Caprasio y Honorato decidieron regresar a la región de las Galias, y se establecieron en la isla de Lérins para vivir en la soledad llevando una vida tan austera que era comparada a la de los padres del desierto. Pronto, la fama de estos dos eremitas comenzó a atraer discípulos, San Honorato fundó entonces un monasterio e instituyó una regla para acoger a todos estos discípulos, este se convirtió más tarde en el famoso monasterio de Lérins.
Según parece, San Caprasio no llegó a ser abad, pero continuó siendo guía de san Honorato y actuaba como superior en la comunidad, así mismo, fue consejero de San Máximo, sucesor del cargo de abad después de San Honorato; así mismo, se fue consejero de San Euquerio de Lyon y San Hilario de Arle. Falleció en el año 430.