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Santa Coleta Boylet

Santa Coleta Boylet

Santa Coleta Boylet

Santa Coleta de Boylet es una santa de la iglesia católica de origen francés, quien vivió durante el siglo XIV. Su vocación religiosa se formó desde la infancia, cuando con sus oraciones logró varios favores, así mismo, renunció a los asuntos del mundo, como dinero, belleza y comodidades, para dedicarse exclusivamente a la vida de austeridad que le permitiese perfeccionar su espíritu y acercarse a Dios. Conoció varias reglas de congregaciones religiosas, hasta llegar a la orden de San Francisco, donde condujo una reforma en los monasterios de las Clarisas para recuperar y conservar la vida primitiva en penitencia y pobreza. Una de las ramas de esta orden, “coletina”, lleva su nombre.

Su nombre era Nicollete, nació el 13 de enero del año 1381. Su concepción fue un milagro, dado que sus padres eran de avanzada edad y no podían tener hijos, pero gracias a las oraciones, les fue concedido el nacimiento de esta pequeña. Vivían en la región de Corbie (Francia), su padre era carpintero, y su madre era fiel cristiana y colaboradora de las obras de caridad de la diócesis.

De cariño, todos llamaban a la niña de “Coleta”. Su educación siempre fue fundamentada en los principios del evangelio, de modo que desde los cuatro años de edad, la niña mostraba una vida destinada a la religión, oraba con frecuencia, hacía penitencias, ayunaba, y trabajaba en las obras de caridad de la parroquia. Algunas historias dicen que recibió el favor de Dios para hacer curaciones. Según se narra, Coleta era muy pequeña, y esto preocupaba a sus padres, la niña con sus oraciones logró que Dios la sanara y creció súbitamente.

Desde los 7 años de edad, Coleta hizo su voto de consagración a Cristo; aunque crecía en gracia y belleza, rechazó todo tipo de proposiciones de matrimonio, y pidió a Dios que ocultara su belleza. Pronto, Coleta adquirió un aspecto diferente, perdió mucho peso y se volvió pálida.

En el año 1399, con 18 años de edad, sus padres murieron, y Coleta quedó al cuidado del sacerdote Jean Bassand quien la apoyó para que entrara en el camino de la vida religiosa. Comenzó con las beguinas de Corbie, donde permaneció un año en labores de auxilio para vírgenes y viudas, pero deseaba una vida más austera. Luego entró al monasterio de las benedictinas, donde aún sentía que necesitaba mayor compromiso y penitencia.

Finalmente, Coleta llegó a la abadía de las clarisas, donde comenzó a trabajar como sirvienta. En conversaciones con el padre Pinet, religioso franciscano, Coleta le propuso una reforma para recuperar la regla primitiva de la comunidad de las Clarisas. Antes, el padre Pinet le ofreció a Coleta una ermita anexa al convento de Hesdin, donde vivió por 3 años en voto de silencio, penitencia y austeridad, enclaustrada bajo la regla de la tercera Orden Franciscana.

Tanto Coleta como su confesor en la orden, Fray Enrique de Baume, tuvieron varios sueños que revelaban la misión de la religiosa en la comunidad de las clarisas, restablecer la observancia primitiva.

En el año 1406, Coleta salió de su retiro y emprendió la misión de la reforma, consiguió la aprobación del papa Benedicto XIII, quien la nombró superiora de todos los conventos de las clarisas para su reforma y nueva fundación, siendo fray Enrique Baume su asistente en dicha misión.

Comenzó en el convento de las Clarisas Pobres de Besancon en el año de 1410, y desde entonces se extendió a las demás congregaciones.

Luego de una vida de servicio y vocación, Santa Coleta falleció en Flandes, en el convento de Gante que ella misma había fundado, el 6 de marzo de 1447. Fue canonizada por Pío VII en 1807.

Oración a Santa Coleta Boylet

Oh, Santa Coleta de Boylet, ejemplo de entrega y humildad ante el Señor, hoy acudo a ti con mi corazón afligido y lleno de dolor. Te pido que intercedas ante Dios Todopoderoso para que me conceda la fuerza y la sabiduría para superar esta prueba que estoy enfrentando en mi vida.

Te ruego que me concedas la gracia de la perseverancia en la fe, como lo hiciste tú durante toda tu vida, dedicándote a la austeridad y la penitencia para acercarte más a Dios. Que tu ejemplo me guíe hacia una vida de entrega y servicio a los demás, siempre buscando el bien común y la felicidad de todos.

Te agradezco de antemano, Santa Coleta, por tu intercesión y tu presencia en mi vida. Confío en que tu amor y tu compasión me ayudarán a encontrar la paz y la serenidad que tanto necesito en estos momentos difíciles. Amén.

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