
San Crodegango es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo VIII. Durante su vida se dedicó tanto a labores religiosas como a tratar asuntos civiles, buscando el fortalecimiento de la iglesia, uniendo a los gobernantes espirituales y temporales para promover el bienestar público. Fue obispo de Metz, y distinguió por su caridad y generosidad con los más necesitados, así como su capacidad para ordenar y trabajar en los asuntos gubernamentales.
Crodegango nació en los primeros años del siglo VIII en la antigua región de Hasbania, que corresponde a Belgica. Pertenecía a una distinguida familia de franceses, lo cual le proporcionó la mejor educación, además eran cristianos. Desde su juventud fue llamado a servir en la corte de Carlos Martel, donde sus cualidades fueron tan notables, que se convirtió en secretario privado, luego en canciller, y seguidamente en primer ministro en el año 737.
Al mismo tiempo, Crodegango se preocupaba por mantener su trabajo religioso y las obras para con el prójimo. Fue nombrado obispo de Metz, el 1 de marzo del año 742, decidió continuar con las labores civiles así como las eclesiásticas, y gracias a sus influencias, Crodegango promovió el bienestar para la iglesia, y su acercamiento al Estado, dando estabilidad para los procesos de evangelización en el reino.
En el aspecto de la liturgia, Crodegango comenzó el canto y la liturgia romana en su diócesis, escribió también una regla para la vida del clero en comunidad, y fundó algunas congregaciones religiosas, como la Abadía de Gorze en la vecindad de Metz en el año 748, y la abadía de San Pedro en Moselle. Reformó las abadías de Gengenbach y Lorsh.
Como obispo, san Crodegango se mostró un hombre justo, fiel y participativo, es de resaltar su afecto especial por los fieles más necesitados, especialmente viudas y huérfanos, a quienes ayudaba constantemente. También intervino en varios movimientos para el bienestar social de su comunidad. Durante el viaje del papa Esteban III a Ponthieu, Crodegango fue como su legado, el pontífice le confirió el palio entre el 754 y 755, ordenándolo arzobispo.
San Crodegango falleció en la abadía de Gorze que el mismo fundó. Recordado y alabado como un hombre firme y a la vez generoso, el 6 de marzo del año 766.