El Abad San Vicente, celebrado el 11 de marzo hace referencia a la memoria de un santo mártir cristiano, conocido como San Vicente de León, quien vivió durante el siglo VI. Fue un monje benedictino, que se mantuvo firme en la fe católica pese a las amenazas de los arrianos, soportó terribles torturas, fue asesinado. Luego de su muerte se presentó en visiones para dar fortaleza a los hermanos de su comunidad.
Se tienen pocos datos sobre la vida y obra religiosa de este san Vicente de León. Se sabe que posiblemente nació a comienzos del siglo VI y que perteneció a la orden de los hermanos benedictinos, siendo un discípulo obediente, fiel y penitente. Era también un defensor de la fe católica en contra de la herejía de los arrianos.
La leyenda cuenta que el monasterio de San Claudio de León fue tomado por los arrianos, quienes interrogaron a San Víctor sobre su predicación. Este monje les dio un discurso ejemplar en defensa de la doctrina católica, por esto lo azotaron hasta que sus huesos quedaron expuestos, y lo encerraron en una celda sucia por una noche. Al día siguiente volvieron a interrogarlo sobre su fe, pero el abad se mantuvo firme en Cristo. Por este motivo fue decapitado, San Víctor tenía 47 años según esta historia.
El espíritu de San Víctor de León se le presentó junto con unos ángeles a los hermanos benedictinos de la comunidad, exhortándolos a mantener la fe aun siendo martirizados, o pidiéndoles que huyesen si su fe no era tan fuerte. En los siguientes días, el abad superior Ramiro y 12 hermanos que permanecieron en la comunidad fueron ejecutados, mientras que el resto de los hermanos de la comunidad escaparon. Estos hechos sucedieron posiblemente alrededor del año 554.
Posteriormente, algunas reliquias de estos mártires se recuperaron y trasladaron a la Catedral de Oviedo en el año 1268. Desde entonces, San Víctor de León, abad y mártir, tienen gran popularidad y culto local.