San Sofronio de Jerusalén
San Sofronio de Jerusalén es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo VI. Fue patriarca de Jerusalén, era un gran conocedor de la teología y estudioso de diferentes ciencias. En su mandato, lucho por defender la fe ortodoxa contra la herejía monotelita. Aunque en este período la ciudad fue tomada por los musulmanes, Sofronio consiguió mantener para los fieles libertar de culto en los Santos Lugares.
Sofronio nació en el año 550, en la ciudad de Damasco, en el seno de una familia de árabes que se habían convertido al cristianismo. Desde joven fue curioso y ávido de conocimiento; estudio varias ciencias y disciplinas antes de iniciar su preparación como religioso.
En su juventud, Sofronio ingresó al monasterio de San Teodosio en las cercanías de Jerusalén; más tarde visitó la ciudad de Alejandría, en donde se encontró son San Juan Moshu y se hizo su discípulo y seguidor. Junto a su maestro, Sofronio fue en peregrinación por las regiones de Siria, Palestina, Egipto y Roma, en donde San Juan Moshu falleció. Sofronio llevó el cuerpo de su maestro de regreso a Jerusalén, para ser sepultado en el monasterio de San Teodosio.
En este período, la herejía monotelita ganaba terreno en el oriente. San Sofronio se unió a la cauda de San Máximo el Confesor, para oponerse al avance de estas creencias que desvirtuaban la naturaleza de Jesucristo.
Más tarde, en el año 634, San Sofronio fue nombrado Patriarca de Jerusalén. En su discurso, su primera manifestación fue oponerse a los herejes monotelitas, con lo cual envió una encíclica al papa Honorio y a los demás patriarcas manifestando su posición en contra del avance de estas falsas creencias. Durante su mandato, Sofronio defendió la ciudad de las invasiones de los árabes, quienes finalmente lograron tomar Jerusalén en el año 637.
San Sofronio logró proteger la iglesia del Santo Sepulcro, única que no fue transformada en mezquita por el conquistador árabe Omar, que aún en días presentes se mantiene como santuario cristiano. Además, el patriarca conservó derechos civiles y religiosos que protegían a los cristianos en este territorio dominado por los musulmanes, a cambio de un tributo anual.
El patriarca San Sofronio falleció el 11 de marzo del año 638.