San Andrés Bobola es un santo de la iglesia católica, mártir polaco, quien vivió durante el siglo XVI. Este religioso fue miembro de la compañía de Jesús, con su espíritu valiente y fiel observador de la fe católica, a pesar de los peligros, continuó ejerciendo su ministerio pastoral y su misión evangelizadora hasta que recibió la palma del martirio a manos de los cosacos en la rebelión de Jmelnytsky.
Andrés Bobola nació el 30 de noviembre del año 1591, en la ciudad de Sandomir al sur de Polonia. Su familia gozaba de buena posición social y eran observadores de la religión católica. Desde su juventud se interesó por el servicio religioso, por tanto fue educado en la Compañía de Jesús, logrando formarse como sacerdote en Vilna en el año 1622.
El padre Andrés fue un activo misionero, un gran predicador y reformador de consciencias, fiel practicante de la caridad, y especialmente compasivo con los pobres, enfermos y necesitados. Fue uno de los religiosos más activos durante la peste de 1625.
A pesar de los peligros que el clima político representaba, el padre Andrés nunca dejó de ejercer su ministerio pastoral aún en los lugares de mayor riesgo. Desde el año 1633 se encargó de evangelizar la región oriental de Polonia que se encontraba en disputa con los rusos, donde se vivía un verdadero cisma entre la iglesia romana y la ortodoxa.
En mayo del año 1657, el padre Andrés de 66 años de edad, fue capturado por los cosacos en Lituania, lo sometieron a duras torturas, azotes, arrastrado por las calles, quemaron su cuerpo con antorchas, le cortaron nariz, orejas, labios, lengua, y finalmente le atravesaron el corazón con una lanza.
Fue asesinado el 16 de mayo del año 1657. El papa Pío XI en el año 1938 canonizó a San Andrés Bobola.