San Alejandro de Lyon es un santo mártir de la iglesia católica quien vivió durante el siglo II. Este fue un joven cristiano cuyo martirio se relaciona con el de san Epipodio, ambos eran cristianos que se habían refugiado en la ciudad de Lyon ante la persecución contra los cristianos, hasta que fueron delatados, encarcelados y torturados hasta la muerte por no renegar de Cristo.
Alejandro nació posiblemente a mediados del siglo II. Era un joven cristiano, se dice que desde su infancia era amigo de san Epipodio que se había dedicado al estudio de las ciencias de la medicina. Los dos jóvenes eran romanos posiblemente, pero al recrudecer las persecuciones ordenadas por Marco Aurelio, tuvieron que trasladarse a la pequeña ciudad de Lyon, donde una mujer piadosa cristiana les dio refugio en su casa.
No obstante, Alejandro y Epipodio fueron delatados por alguno de los sirvientes. De inmediato las autoridades imperiales los apresaron y los presentaron ante el gobernador, donde fueron interrogados.
Alejandro y Epipodio se confesaron cristianos. Entonces el emperador ordenó que los separasen, los interrogaran y torturasen hasta que cambiasen su convicción.
El primero en sufrir el martirio fue Epipodio, quien a pesar de ser más joven, no cayó en las promesas y provocaciones del emperador y continuó profesando su fe en Cristo. Fue torturado y luego decapitado.
Dos días más tarde, San Alejandro fue interrogado. Lo amenazaron con que correría la misma suerte que su compañero Epipodio, lo torturaron con azotes, le descoyuntaron los huesos en el potro, sin embargo, Alejandro nunca quebró su fe. Finalmente se ordenó que muriese crucificado, falleció cuando estaban clavándole en la cruz. Sucedió en el año 178.