Plegaria Nocturna: Descansando en la Paz del Señor
Sagrado Corazón de Jesús, hoy te agradecemos por el regalo de este día que hemos vivido y disfrutado. A medida que la noche se acerca y nos brindas el momento propicio para el descanso, te pedimos que te acerques a nosotros con tu cercanía, bondad y gracia. No nos prives de tu protección y tu poder, ni de la esperanza que solo proviene de tu omnipotencia.
Antes de sumergirnos en el sueño y entrar en el descanso de esta noche, Señor, humildemente me postro ante ti, suplicando que estés a mi lado cuidándome. Permíteme sentir tu presencia en mi habitación, llenando cada rincón de mi hogar para que mis seres queridos también reciban tu gracia y protección. Solo cuando estés cerca, Señor, mi cuerpo y alma podrán estar en paz, sabiendo que nadie puede hacernos daño.
Sagrado Corazón de Jesús, concédeme la gracia de reconocer tu grandeza, bondad y generosidad. No permitas que sea ingrato ante todos los bienes que me has otorgado. Que nunca me calle ante ti, reconociendo que todo lo que he recibido proviene de tu gracia celestial. Ayúdame a no ser como uno de los nueve leprosos que, habiendo recibido tu favor, olvidaron agradecerte.
Glorioso y eterno Creador, te agradezco por el amor incondicional que nos ofreces. Gracias porque nos entregas todo sin esperar nada a cambio. Te pido perdón por nuestras faltas y nuestra falta de reconocimiento hacia ti, la única y abundante fuente de todo bien. Que mi ser, en cuerpo y alma, te aclame, adore y glorifique antes de que el cansancio y el sueño de esta noche me venzan. Permíteme ofrecerte mis suspiros como tributo y adoración cuando el sueño me haya llevado a un descanso profundo.
Señor, así como el día ha cumplido sabiamente su propósito en nuestro favor, te ruego que esta noche nos abrace, proteja y guíe con suavidad en nuestros sueños y descanso. Que la promesa del nuevo día nos reciba con su esplendor, permitiéndonos apreciar cuán grande y majestuoso es tu amor hacia nosotros.
Tu gracia es suficiente, Señor. Tu amor nos ilumina y tu poder nos llena de confianza. Al finalizar la jornada de este día, concédenos la gracia de disfrutar de tus bondades a través de un sueño reparador y profundo, preparándonos físicamente para un nuevo amanecer. Permanece siempre a nuestro lado, especialmente durante el descanso y reposo de la noche.
Padre, te agradecemos por escucharnos. Gracias porque ahora puedo dormir tranquilo, sabiendo que tu presencia reside en mi corazón y en el corazón de cada miembro de mi familia.
Descansa en paz, mi Señor. Buenas noches.