San Maximiliano Kolbe: El sacerdote que soñaba con viajar al espacio
San Maximiliano Kolbe es conocido por su acto de autosacrificio en Auschwitz, donde convenció a los soldados nazis de que lo mataran a él en lugar de a otro prisionero que tenía familia.
Pero además de su notable humildad y dedicación a Dios y la Virgen María, tenía una fascinación por la tecnología y los viajes espaciales.
Uno de sus compañeros de seminario contó cómo Kolbe estaba fascinado con los hermanos Wright y la aerodinámica del vuelo. Los seminaristas lo veían a menudo dibujando naves espaciales teóricas.
En la biografía «Un hombre para los demás: Maximilian Kolbe», Bronislaus Strycznys dijo: «Ya anticipó la posibilidad de llegar a la luna con un cohete y pensó en muchos otros inventos inusuales».
Aunque pueda parecer que la fascinación de Kolbe por los viajes espaciales se limitaba a simples garabatos en su cuaderno, en realidad estaban respaldados por especificaciones científicas. Llegó al extremo de enviar su idea a una revista científica en 1918, cuando tenía solo 24 años, pero una mente creativa y un intelecto notable. Uno de sus profesores incluso sugirió que debería presentar una patente para su nave espacial.
Sus especificaciones, así como sus dibujos originales, se pueden encontrar en el libro «The Writings of St. Maximilian Maria Kolbe, Volumen II». Aunque Aleteia no tiene permiso de la editorial para compartir sus bocetos en línea, el boceto se puede ver en el sitio web Catholic Creatives, que también señala que el amor de San Maximiliano Kolbe por la tecnología también se extendió a las ondas de radio.
En 1938, su estación de radio, Radio Niepokalanow, se convirtió en la primera estación de radio católica en Polonia. El sacerdote polaco incluso tenía planes de evangelizar a través de la televisión y el cine, pero estos planes se desvanecieron cuando Alemania invadió Polonia y comenzó la Segunda Guerra Mundial.
Al mirar sus bocetos y la nave espacial Apolo, se puede ver que San Maximiliano Kolbe hizo un trabajo notable al anticipar cómo sería una nave espacial real, ¡51 años antes del Apolo 1! El legado de San Maximiliano Kolbe es uno de fe y amor a la humanidad, pero también es un recordatorio de que la imaginación y la creatividad pueden florecer en cualquier campo, incluso en la ciencia y la tecnología.