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Santa Margarita María de Alacoque

Santa Margarita María de Alacoque

Santa Margarita María de Alacoque fue una religiosa católica francesa perteneciente a la Orden de la Visitación de Santa María, es famosa porque tuvo varias visiones del Sagrado Corazón de Jesús, en un lugar en el que posteriormente se edificó la Basílica del Sagrado Corazón, en Francia.

La historia de Santa Margarita de Alacoque cuenta que cuando era joven, padeció una terrible enfermedad que la paralizó y la postró durante cuatro años en una cama, y que fue solo por la intercesión milagrosa de la divina Virgen María que Santa Margarita logro la sanación. La religiosa relata que la virgen la cuido y le pidió que se encomendara a ella para librarla de los peligros y necesidades.

Su deseo era hacerse religiosa, tras luchar contra la oposición de su familia, Santa Margarita logra ingresar al monasterio de la Visitación de de Paray-le-Monial en el año 1671.

Cuando la hermana Margarita María tenía 25 años, en la festividad de San Juan Evangelista, el 27 de diciembre del año 1673, mientras la santa se encontraba rezando ante el Santísimo Sacramento, se le apareció por primera vez Jesús.

Las visiones continuaron, hacia el año 1675 en la octava del Corpus Christi, Santa Margarita María tuvo la visión de Jesucristo con el corazón abierto siendo señalado por su mano, quien le decía: “este es el corazón que ha amado a los hombres… y en reconocimiento lo que he recibido es ingratitud”. Jesús le revela a Santa Margarita que es necesario dar gracias al amor de Dios y de Él mismo, adorar el corazón que tanto ha dado por la humanidad para que la humanidad se aparte de la perdición.

La imagen del Sagrado Corazón de Jesús que observó Santa Margarita era un corazón rodeado por llamas, con una corona de espinas, y una herida de la que brotaba sangre, en el interior podía verse una cruz.

Luego de esta revelación la Santa Margarita se resaltó entre sus hermanas por su fe, devoción y obediencia al Santísimo Sacramento. La santa obtuvo de Jesús una conciencia justa para despreciar las faltas, obtuvo obediencia para seguir fielmente los designios de la palabra, y además obtuvo el precioso regalo de la Santa Cruz. Así Santa Margarita de Alacoque venció las impurezas del pecado.

Visiones de Santa Margarita de Alacoque

Las visiones de Santa Margarita de Alacoque fueron un factor fundamental en la difusión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Estas experiencias están compuestas por relatos cargados de misticismo y emociones complejas, como el perdón, el amor y el sufrimiento. Durante estas visiones, Cristo se reveló a la santa, le mostró el peso y el dolor de sus sufrimientos durante la pasión, le entregó las instrucciones para la devoción a su Sagrado Corazón y le habló sobre las promesas para aquellos que fueran fieles devotos.

La primera revelación ocurrió el 27 de diciembre de 1673, en la festividad de San Juan Apóstol. Santa Margarita, quien recientemente había tomado los hábitos y tenía solo 26 años de edad, se encontraba en oración frente al Santísimo Sacramento en la capilla. En ese momento, experimentó una sensación casi indescriptible. Sintió la presencia divina invadir su ser y hacerse presente en el altar. La santa describe que reposó sobre el pecho de Cristo, donde conoció su amor y los secretos de su corazón. Jesús le habló y le dijo que la utilizaría como instrumento para difundir la compasión y el amor que encierra en su corazón hacia los hombres. Además, le colocó el estigma de la llaga en un costado, que desde esta primera visión la acompañaría cada primer viernes de mes hasta su muerte.

La segunda revelación tuvo lugar tres meses después de la primera, en marzo de 1674. Margarita relata que vio un trono en llamas, ardiente como el sol, con la llaga de Jesús rodeada por la corona de espinas y heridas que representaban los pecados de los hombres. En la parte superior, había una cruz que simbolizaba el propósito de Jesús para el mundo: morir para el perdón de los pecados y resucitar para traer salvación. En esta visión, Jesús reveló a Santa Margarita su deseo de ser amado por los hombres y apartarlos del pecado, y comenzó a darle instrucciones sobre cómo venerar su corazón. Pasaría algún tiempo antes de que Margarita proclamara oficialmente esta devoción.

La tercera revelación ocurrió el primer viernes de junio, durante la festividad de Corpus Christi, en el año 1674. Santa Margarita vio a Jesús más resplandeciente que el sol, con rayos de luz que emanaban de sus llagas y envolvían a toda la humanidad. En su pecho, se encontraba su corazón como un horno encendido. Fue entonces cuando Jesús explicó a la santa las promesas asociadas a su corazón, le dio instrucciones sobre la devoción y la invitó a participar en los sentimientos de su pasión. También aconsejó a Margarita que se mantuviera firme en la fe, que no actuara sin el consentimiento de sus superiores, y que fuera obediente y paciente al profesar la fe en el Sagrado Corazón de Jesús.

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