Santa Genoveva Torres Morales: Misionera de Cristo entre los más pobres
Genoveva Torres Morales nació en 1870 en Jalisco, México, en el seno de una familia humilde y profundamente católica. Desde pequeña destacó por su devoción a la Virgen de Guadalupe y sus ansias de servir a Cristo sirviendo a los más necesitados.
Educadora incansable de los marginados
Siendo aún joven, Genoveva comenzó a ejercer como maestra y enfermera, impulsada por su espíritu misionero y caritativo. Fundó escuelas y centros asistenciales para atender a las comunidades indígenas, campesinos y grupos más desfavorecidos de la sociedad mexicana.
Fundadora de la Congregación Guadalupana Misionera
El celo apostólico de Genoveva la llevó en 1901 a fundar la Congregación de las Religiosas Guadalupanas Misioneras, una nueva familia religiosa con el carisma de la evangelización y la promoción humana, especialmente de los más pobres y marginados.
Una vida de humildad, sencillez y servicio
A lo largo de toda su existencia, Genoveva Torres Morales destacó por su profunda humildad, sencillez de vida y desprendimiento de lo material. Trabajó incansablemente con creatividad y audacia para hacer realidad el ideal de servicio al prójimo, amando y sirviendo a Cristo en los más necesitados.
Reconocimiento de su santidad
Por su vida entregada al Evangelio, Genoveva fue declarada beata en 1992 y canonizada como santa por el Papa Francisco en 2013, convirtiéndose en la primera santa mexicana del siglo XXI. Sus milagros atribuidos y la expansión de su congregación motivaron este reconocimiento eclesial.
Una misionera eterna entre los pobres
Hoy, el espíritu y carisma de Santa Genoveva Torres Morales continúa vivo a través de sus Religiosas Guadalupanas Misioneras, que siguen trabajando denodadamente por la promoción humana y la evangelización de los grupos más desfavorecidos en distintos países, fieles al ideal de su fundadora.