San Cristóbal Magallanes y sus compañeros mártires vivieron entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Estos religiosos mexicanos fueron víctimas por su fe cristiana, durante la Guerra Cristera de 1927. La iglesia católica los reconoció como santos mártires, debido a su lucha por la libertad y la igualdad de los derechos.
En México, la persecución religiosa en contra de los católicos se agudizó con varias oleadas que se extendieron en las tres primeras décadas del siglo XX. Cristóbal Magallanes Jara nació el 30 de julio del año 1869 en la comunidad de Totatiche de Jalisco. Creció en el seno de una familia muy humilde de cristianos dedicados a las labores del campo.
En su infancia y juventud, Cristóbal colaboraba con las tareas y trabajos del campo, siempre con una actitud humilde y piadosa, guardando el deseo de su vocación religiosa. Cuando cumplió 19 años pudo ingresar al seminario de Guadalajara para formarse como sacerdote, dando ejemplo de caridad, piedad y oración.
Cristóbal llegó a ser capellán y subdirector de la escuela de artes y oficios en Guadalajara, siempre promoviendo obras sociales para asistir a los fieles, tales como catecismos, escuelas gratuitas y además fundó un asilo para los niños huérfanos. Durante 17 años estuvo dedicado a estas labores en su natal Totatiche.
Sin embargo, en el aspecto político, el clima para los cristianos era desafiante y abrumador, con numerosas restricciones y persecuciones. El 21 de mayo del año 1927, el padre Cristóbal Magallanes estaba camino a celebrar una misa en honoro a Santa Rita de Casia en un rancho, cuando quedó en medio de una balacera de fuego cruzado entre los cristeros y los federales. El padre Cristóbal fue arrestado junto con su vicario el padre Caloca y los trasladan a Totatiche con un grupo cristianos, laicos y religiosos entre ellos.
Los envían al palacio municipal de Colotitlán, donde el 25 mayo los condenan a morir fusilados. El padre Magallanes llenó de aliento a sus compañeros con la frase “solo un momento y después a cielo”. Antes de morir perdonó a sus verdugos.
San Cristóbal Magallanes y sus compañeros mártires fueron asesinados en Totatiche, el 25 de mayo de 1927.
Junto a él fueron canonizados por el papa Juan Pablo II en el año 2000, junto con 23 mártires y tres laicos.