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Coronilla de la Divina Misericordia

que es la coronilla de la misericordia

La Coronilla de la Divina Misericordia es un conjunto de oraciones que se recitan como adoración a la Divina Misericordia de Cristo, por lo general, siguen las oraciones de una Novena que se hace en la víspera de la Fiesta de la Divina Misericordia, la cual fe instituida por el papa Juan Pablo II el 30 de abril del año 2000, en una celebración en la que también canonizó a la hermana Faustina Kowalski, conocida como “la Apóstol de la Misericordia”, pues fue a ella que Jesucristo se le presentó en una serie de visiones, otorgándole la misión de difundir la devoción y la honra a la misericordia de Cristo para el perdón de los pecados de la humanidad.

La oración de la Coronilla de la Divina Misericordia fue recitada por el propio Jesús en una de las visiones de Santa Faustina, y la misma consta en su diario. Para quienes rezaren con devoción esta oración de la coronilla, Jesús ofrece el perdón de sus pecados y penas.

La Coronilla de la misericordia se puede rezar con la ayuda de las cuentas de un rosario como guía, o mentalmente, se trata de una poderosa oración, en la que el devoto que la reza entrega su confianza en Dios, en las palabras “Jesús, Yo confío en vos”, al mismo tiempo, Jesús reveló las promesas de gracias y bendiciones para quienes practicasen esta oración, tales como protección en vida, perdón de los pecados, rescate de su alma del purgatorio, entre otras gracias y bendiciones para la salvación.

Como se Reza la Coronilla a la Divina Misericordia

Para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia, Jesús indicó a Santa Faustina las tres horas de la tarde (3:00pm), como el momento de la honra de la misericordia de Dios, por tanto se recomienda realizarla a esta hora, en la víspera de los días de la celebración de la fiesta.

Puede ayudarse con las cuentas de un rosario, aunque también puede hacerlo mentalmente.

Para iniciar la Coronilla se comienza con la Señal de la Cruz

(Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo).

 

Seguidamente, se deben rezar: el Padrenuestro, el Ave María, y el Credo.

En las cuentas grandes del rosario se recita la siguiente oración:

Padre eterno, yo te ofrezco, el cuerpo, la sangre, el alma y la Divinidad de tu amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, por la expiación de nuestros pecados y los del mundo entero.

A continuación, en las cuentas pequeñas del rosario se reza repitiendo 10 veces:

Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”

Cada decena es una parte, se prosigue en rezar las otras cuatro decenas del rosario con las 5 oraciones en las cuentas grandes.

Finalmente, se reza tres veces:

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero” (repetir 3 veces).

Al terminar la oración se recita:

¡Oh! Sangre y agua, que brotaste del Corazón de Jesús como fuente de misericordia para nosotros, yo confío en vos” (Repetir tres veces).

Cuando se reza?

La Coronilla de la Divina Misericordia se puede rezar en cualquier época del año y a cualquier hora del día, sin embargo, para mayor honra de la misericordia de Jesús, es recomendable para los practicantes de esta devoción y para todos los cristianos, reservar las tres horas de la tarde (3:00pm) como la Hora de la Misericordia, que fue indicada por Jesucristo en sus visiones a Santa Faustina como una hora especial, de oración y contemplación de la Pasión de Cristo, para orar y pedir que la Misericordia Divina Perdone los pecados propios y de la humanidad.

Además, la Coronilla de la Divina Misericordia es parte de las oraciones que se rezan en la Novena de la Divina Misericordia, en la víspera de la Fiesta, proclamada el Segundo Domingo después de Pascual, e iniciando las oraciones de la novena el Viernes Santo a las tres de la tarde.

Cada día se realiza una oración para pedir misericordia y auxilio por alguna intención especial para la salvación de la humanidad necesita:

Día 1. Por toda la humanidad y principalmente por los pecadores

Día 2. Por los sacerdotes y por los religiosos, a través de los que desciende sobre la humanidad la Divina Misericordia

Día 3. Por todos los fieles cristianos

Día 4. Por los paganos y por los infieles que no conocen la Divina Misericordia

Día 5. Por los herejes y por los cismáticos

Día 6. Por las almas mansas y humildes, así como las almas de los niños pequeños

Día 7. Por los que adoran a la Divina Misericordia y difunden su confianza, tornándose reflejo del Piadoso Corazón de Jesús.

Día 8. Pidamos por las almas del Purgatorio para que el torrente de Sangre de Jesús mitigue sus sufrimientos

Día 9. Pidamos por las almas tibias que causaron tantas penas a Nuestro Señor en el Jardín de Getsemaní.

La hora de la Misericordia

Nuestro Señor Jesucristo dio a Santa Faustina una orden especial sobre las tres horas de la tarde, tal cual como aparece relatado en el diario de la santa: a las tres horas de la tarde implora a mi misericordia, en especial por los pecadores, y por un breve tiempo, reflexiona sobre Mi Pasión y sobre el abandono en el momento de mi agonía.

Por esto, las tres de la tarde son consideradas como la Hora de la Gran Misericordia para el mundo entero. Jesús también dijo: Nada le negaré a quien me pida en esa hora por mi pasión.

Así mismo, Santa Faustina relata que el Señor le indicó que cada vez que escuchase las campanas del reloj tocar las tres de la tarde, comenzase a orar y meditar en la misericordia de Cristo, adorándola, implorándola y pidiendo por el perdón de los pecados propios y del mundo entero. Es recomendable durante esta hora rezar una oración y meditar en ella, así como rezar el rosario y/o la Coronilla de la Divina Misericordia.

Durante los días de la novena, en la víspera de la Fiesta de la Misericordia divina de Jesús, a las tres de la tarde los fieles se reúnen para recitar las oraciones de la novena y realizar la coronilla, por las intenciones individuales y colectivas de la iglesia.

Imagen de la Divina Misericordia

La imagen de Jesús Misericordioso le fue revelada a Santa Faustina el 22 de febrero del año 1931. La historia cuenta que la santa hermana Faustina se encontraba en su celda en el convento de Plock en Polonia, cuando Jesús le habló y le ordenó que pintara la imagen según el modelo que estaba observando, con la inscripción “Jesús, yo confío en vos”.

El Señor le hizo saber a la hermana Faustina que su deseo era que la imagen fuera venerada no solo en la capilla del convento sino también en el mundo entero, prometiendo que quien siguiera esta devoción tendría su alma rescatada.

La instrucción fue que la imagen debía ser pintada con un pincel y que sería bendecida después del primer domingo de Pascua (día en el que se instituyó la fiesta de la Misericordia).

En la imagen vemos a Jesús de la Divina Misericordia, con una mano en el corazón y la otra en señal de bendición. De su pecho salen dos rayos, de color blanco y rojo o vino que representan la Sangre. El agua (rayó blanco) representa el agua que limpia las almas, y la sangre (rayo rojo) representa la vida de las almas. Ambas son expresiones de la Divina Misericordia de Cristo.

En el momento de la crucifixión, cuando el costado de Jesús fue abierto por la lanza, brotaron sangre y agua de la herida que simbolizaban esta misericordia.

Santa Faustina relata en su diario que cuando vio la imagen que el pintor estaba haciendo, se sintió conmovida, pues pensó que esa imagen no era tan bella como lo es Jesús. Sin embargo, cuando regresó, y fue a la capilla a llorar y a rezar, Jesús le habló con estas palabras: “El valor de la imagen no está en su belleza ni en la habilidad del pintos, sino en mis gracias”.

Santa Faustina intentó que la imagen fuera revelada y expuesta para el culto público. De esta manera, el 4 de abril del año 1937 con la autorización del arzobispo Romualdo Jalbrzykowski, la imagen de Jesús de la Misericordia fue bendecida y expuesta en la iglesia de San Miguel en Vilna, donde comenzó a extenderse la veneración. En 1941 la imagen fue declarada como patrimonio de arte contemporánea.

En el período de la guerra (1939-1945) la imagen permaneció en la Unión Soviética, escondida en un sótano sin las condiciones necesarias para su preservación, sin embargo, milagrosamente la imagen no sufrió ningún daño. Desde el 2005, la imagen de Jesús de la Misericordia se encuentra en el Santuario de la Divina Misericordia de Vilna.

Promesas de la Divina Misericordia

La imagen de Jesús de la Misericordia le fue revelada a Santa Faustina el 22 de febrero del año 1931, esta hermana de Polonia era una fiel devota desde su juventud, quien en los últimos años de su vida experimentó una serie de visiones, profundas experiencias religiosas en las que Jesús le confiaba la tarea de difundir la devoción a la Divina Misericordia.

Sor Faustina documentó todas estas experiencias en un Diario, con el título de La Divina Misericordia en mi alma, donde contempla las visiones de Jesús, el relato de la imagen, la oración de la coronilla, y las promesas que Jesús entregó a Santa Faustina, de las gracias que concedería a quienes fueran fieles devotos practicantes de esta adoración.

Entre los días 13 y 14 de septiembre de 1835, Jesús enseñó a Santa Faustina la oración de la Coronilla de la Divina Misericordia, y en octubre del 1937 le fue indicada que la Hora de la Oración, Hora de la Misericordia, correspondía a las tres de la tarde, para honrar su muerte en la Cruz.

Finalmente, Jesús reveló a Santa Faustina una serie de gracias y promesas que concederá a los fieles que adoren y difundan la devoción a la misericordia:

  • A quienes adoran la imagen de la Divina Misericordia: sus almas no perecerán, ni en la tierra y especialmente a la hora de la muerte, estás almas serán salvadas del purgatorio. Así, Jesús extiende estas promesas a las casas y ciudades que honren esta imagen.
  • A los fieles que Confía en Jesús: las almas que confían en la misericordia de Jesús, tendrán felicidad, recibirán en abundancia los tesoros de las gracias de Dios, y el consuelo y la fortaleza día a día. Los pecadores serán perdonados, y los justos fortalecidos en la fe. Ninguno que invoque la misericordia y confíe en Jesús será desamparado
  • A quienes difundan la Divina Misericordia: a quienes propaguen esta devoción, Jesús les promete que los cuidará durante toda la vida, defendiéndolos de peligros y de la muerte y perdonando sus pecados. Jesús los protegerá en cada combate, terrestre o espiritual.
  • A quienes rezan en la hora de la misericordia: Ningún favor le será negado a quienes recen en la hora de la misericordia rogando por los méritos de la pasión de Cristo.
  • A los que rezan la coronilla de la Divina Misericordia: Jesús promete que defenderá estas almas durante la muerte, obtendrán su perdón y las rescatará, especialmente cuando se reza la coronilla junto a los moribundos, tendrán el descanso y la paz, así como nada les será negado a los que recen.
  • Para quienes rezan la Novena de la Divina Misericordia: Jesús concederá las gracias a quien persevere en estos nueve días de oración.
  • A los sacerdotes: tendrán el don de ablandar los pecados más graves con su predicación y testimonio si promueven la veneración a la Divina Misericordia de Jesús, y serán fortalecidos e inspirados en su misión por Dios.
  • A los pecadores: conseguirán el perdón de los pecados y la gracia de la conversión hacia una vida redimida.
  • A la fiesta de la Divina Misericordia: Jesús concederá la defensa a todas las almas ante el Dios Padre, el perdón, el socorro, el auxilio, la fortaleza, y el consuelo.
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