El Papa Francisco reconoce las virtudes heroicas del salesiano Carlos Crespi, creador de la Universidad Politécnica Salesiana en Ecuador
El Papa Francisco ha aprobado recientemente el decreto que reconoce las virtudes heroicas del sacerdote salesiano Carlos Crespi. Nacido en Italia en 1891, el P. Crespi sintió el llamado a seguir el carisma de Don Bosco y fue ordenado sacerdote en 1917. Dotado de gran inteligencia y generosidad, se doctoró en música y en 1923 se fue a las misiones en Ecuador, donde estableció una escuela de artes y oficios en Cuenca, que más tarde se convirtió en la Universidad Politécnica Salesiana.
El P. Crespi fue un hombre dedicado a los más necesitados. Además de impartir clases de catecismo y proporcionar comida a los niños de la calle, también propagó enérgicamente la devoción a María Auxiliadora. Según cuenta, en su juventud, la Virgen María se le apareció en un sueño y le reveló su misión como sacerdote. El sueño se cumplió a plenitud, aunque no sin dificultades y espinas.
El inspector de los salesianos en Ecuador, el P. Marcelo Farfán, destaca que el reconocimiento del P. Crespi como venerable es motivo de enorme júbilo y un recordatorio de que Don Bosco quería que la primera finalidad de un salesiano fuera buscar la santidad de vida en la misión juvenil.
El P. Crespi falleció en 1982 en Cuenca, Ecuador. Su legado sigue vivo en la Universidad Politécnica Salesiana y en los corazones de los ecuatorianos que lo recuerdan como un hombre que dedicó su vida a servir a los demás.