En este día, nos unimos en la celebración de todos los santos cuyas fiestas se conmemoran el 10 de junio. Estos hombres y mujeres son ejemplos de entrega y dedicación en su servicio a Dios y a los demás. Con sus vidas y testimonios, nos muestran el camino hacia la santidad y la comunión con Dios. Entre ellos podemos encontrar santos de diversas épocas y lugares, pero todos ellos comparten la misma vocación: la de amar y servir a Dios con todo su ser. Su recuerdo y su intercesión son un gran regalo para la comunidad cristiana, ya que nos animan y fortalecen en nuestra vida de fe. Que estos santos nos inspiren y nos guíen en nuestro camino hacia Dios, y que su intercesión nos acompañe en todas nuestras necesidades. Que su memoria nos ayude a crecer en nuestra relación con Dios y a alcanzar la santidad a la que todos estamos llamados.