El beato Carlos Manuel Cecilio Rodríguez Santiago fue un laico terciario de los hermanos benedictinos, a mediados del siglo XX. Creció en una familia humilde de profundos valores cristianos, sus hermanos también se dedicaron al servicio religioso, se esforzó durante toda su vida por estudiar la Palabra de Dios y llevar una vida recta, a pesar de las dificultades que enfrentó, supo mantenerse fuerte en la fe, siendo ejemplo de servicio y devoción. Es el primer beato de Puerto Rico y del Caribe.
Carlos Manuel Cecilio Rodríguez Santiago nació el 22 de noviembre del año 1919 en la comunidad de Caguas en Puerto Rico. Fue el segundo de dos hermanos, creciendo en una familia humilde, de profundos valores cristianos. Una de sus hermanas se hizo religiosa Carmelita y su hermano llegó a ser sacerdote benedictino.
Durante los primeros años de su infancia compartió una especial relación con su abuela materna quien influyó notablemente en su educación cristiana católica. Comenzó estudios de primaria en el Colegio Católico de Caguas donde bajo la instrucción de las Hermanas de Notre Dame, creció en fe y devoción.
Era un estudiante brillante, se graduó con honores en el año 1932 del octavo grado. Sin embargo, al poco tiempo comenzó a presentar síntomas de una enfermedad que deterioró su salud significativamente, padecía de colitis ulcerosa.
En 1946 comienza estudios de bachillerato en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, aprobando el primer año con excelentes calificaciones, aunque su enfermedad avanzaba y causaba estragos en su salud impidiéndole de continuar formalmente su educación aunque nunca dejó de instruirse de manera particular, puesto que era un lector apasionado.
Decido a llevar una vida de servicio cristiano, Carlos ingresa como hermano laico benedictino con 38 años de edad, y poco después en el año 1944 decidió fundar el Centro Universitario Católico de Río Piedras, del cual fue director hasta su muerte; y en 1948 crea al “Círculo de la Liturgia” o Círculo de la Cultura Cristiana como sería conocido posteriormente. Dejó como legado una gran colección de textos y publicaciones eclesiásticas.
Carlos Manuel falleció con 44 años de edad a consecuencia de un cáncer intestinal en el año 1963. Su proceso de beatificación comenzó poco tiempo después, siendo proclamado beato en el año 2001 por el papa Juan Pablo II.