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San Amancio de Como

San Amancio de Como es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo V.  Este religioso fue consagrada como el tercer obispo de la diócesis de Como, es reconocido por trasladar las reliquias de santos mártires hasta su comunidad, y promover la veneración a estos. Sirvió también al emperador de Inglaterra, pues estaba emparentado con los monarcas.

Amancio posiblemente nació a finales del siglo IV en la ciudad de Canzo, un pequeño pueblo de Canterbury del Reino de Inglaterra. Creció en una familia acomodada, puesto que su madre estaba emparentada con Teodosio II.

Recibió educación cristiana y se encaminó hacia la vocación religiosa, ejerciendo varios cargos antes de su nombramiento como obispo, entre ellos, fue nombrado dignatario imperial en el año 410 aproximadamente, donde permaneció por 10 años.

Tras el fallecimiento de San Provino, obispo de Como, en el año 420, San Amancio fue consagrado como el tercer presbítero en asumir esta sede. San Amancio emprendió un viaje a Roma, y a su regreso trajo consigo las reliquias de los santos apóstoles Pedro y Pablo, y mandó a construir una iglesia en honor a estos santos.

San Amancio promovió la fe cristiana y fortaleció la diócesis con su predicación y trabajo. Falleció luego de 28 años de servicio en la comunidad de Como, en el año 448. Dos años más tarde, san Abundio, quien era un religioso ayudante de san Amancio, asumió la diócesis como el cuarto obispo.

Las reliquias de san Amancio se expusieron para veneración el 2 de julio de 1590, cuando se transfirieron a la Chiesa del Gésu en Como. Más tarde se trasladaron a la iglesia de San Fedele de los Jesuitas de la cual san Amancio es considerado patrono junto con San Félix.

Hacia el siglo IX, la iglesia construida por san Amancio en honor a San Pedro y San Pablo fue reformada y dedicada a su ayudante y sucesor, san Abundio.

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