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San Quiliano de Herbipoli

San Quiliano de Herbipoli: El Apóstol de Franconia

San Quiliano de Herbipoli, más conocido como San Kilian de Würzburg, fue un misionero irlandés del siglo VII que predicó el Evangelio en la región de Franconia, en la actual Alemania. Junto con sus compañeros misioneros Colmán y Totnano, San Quiliano jugó un papel clave en la evangelización de los pueblos germánicos en esa región. Su martirio, ocurrido en la ciudad de Würzburg (Herbipoli, en latín), lo convirtió en uno de los santos más venerados de la zona. Su festividad se celebra el 8 de julio, y su vida es un testimonio del fervor misionero y el sacrificio en nombre de la fe cristiana.

Primeros Años y Vocación Misionera

San Quiliano nació en Irlanda a principios del siglo VII, en una época en la que la Iglesia celta era una fuente importante de misioneros para Europa. Como muchos de sus contemporáneos, Quiliano abrazó la vida monástica en su juventud y fue ordenado sacerdote. Inspirado por el ideal misionero que caracterizó a los monjes irlandeses, Quiliano decidió llevar el Evangelio a las tierras paganas de Europa central.

Junto con otros dos compañeros, el sacerdote Colmán y el diácono Totnano, San Quiliano dejó Irlanda y se dirigió a la región de Franconia, en lo que hoy es el sur de Alemania. Al llegar, Quiliano y sus compañeros comenzaron a predicar el cristianismo a las tribus germánicas locales, en una época en que estas aún seguían adorando a dioses paganos.

Misión en Herbipoli (Würzburg)

San Quiliano y sus compañeros misioneros llegaron a la ciudad de Würzburg (conocida como Herbipoli en latín), una ciudad importante de la región de Franconia. Al principio, sus esfuerzos por evangelizar a las tribus germánicas enfrentaron cierta resistencia, pero con el tiempo lograron hacer muchas conversiones, incluidas personas de alto rango. Entre los convertidos estaba el duque Gozberto, el gobernante de la región.

Sin embargo, surgió una controversia en torno al matrimonio del duque. Gozberto estaba casado con Geilana, quien era la viuda de su hermano, algo prohibido por la ley cristiana. San Quiliano, siguiendo la enseñanza de la Iglesia, le aconsejó al duque que disolviera su matrimonio, lo que enfureció a Geilana, quien comenzó a conspirar contra Quiliano y sus compañeros.

Martirio

Geilana, al ver que San Quiliano ejercía gran influencia sobre su esposo, temió que sus consejos llevaran a la disolución de su matrimonio. Aprovechando la ausencia de Gozberto, Geilana orquestó el asesinato de Quiliano, Colmán y Totnano. Según la tradición, los tres misioneros fueron martirizados alrededor del año 689, mientras oraban.

Sus cuerpos fueron enterrados en secreto, pero más tarde fueron descubiertos y trasladados a la catedral de Würzburg, donde se conservan sus reliquias. Su martirio convirtió a San Quiliano en el patrón de la ciudad y de toda la región de Franconia, y su legado como evangelizador sigue siendo venerado hasta hoy.

Veneración y Legado

San Quiliano fue canonizado poco después de su muerte, y su culto se extendió rápidamente por toda Alemania. La Catedral de San Quiliano en Würzburg, que alberga sus reliquias, es uno de los principales lugares de peregrinación en la región, y su festividad, celebrada el 8 de julio, es un día de gran importancia para los católicos de Franconia.

A lo largo de los siglos, San Quiliano ha sido venerado como el patrón de Würzburg y de la diócesis de esta ciudad. Su figura es un símbolo del fervor misionero de los monjes irlandeses y de la perseverancia en la fe, incluso ante el martirio. Cada año, en su festividad, se celebra el Kiliani-Volksfest, una festividad popular en su honor que combina aspectos religiosos y culturales.

Oración a San Quiliano de Herbipoli

Oh glorioso San Quiliano, apóstol y mártir de Franconia, te pedimos que intercedas por nosotros ante el Señor. Tú que llevaste el Evangelio a las tierras paganas y diste tu vida por la fe, enséñanos a ser valientes en la proclamación de la verdad de Cristo.

San Quiliano, protector de los evangelizadores, guíanos en nuestro camino de fe y ayúdanos a seguir tu ejemplo de dedicación y amor a Dios. Que tu intercesión nos fortalezca en momentos de prueba y nos inspire a vivir con santidad y fidelidad al Evangelio. Amén.

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