El 8 de enero celebramos la fiesta de varios santos que, con su testimonio de vida, nos invitan a profundizar en nuestra relación con Dios y en nuestra vida de fe.
Algunos de ellos son mártires que dieron su vida por Cristo, mientras que otros son pastores o religiosos que dedicaron su vida al servicio de los demás.
Todos ellos son modelos de santidad que nos muestran el camino hacia la vida eterna y nos animan a perseverar en nuestra propia carrera de fe. La memoria de estos santos nos recuerda la conexión espiritual que une a todos los que hemos sido bautizados en Cristo.
