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San Hermias de Comana

San Hermias de Comana es un santo de la iglesia católica martirizado en el siglo II. Este fue un soldado romano, que cansado del politeísmo, se convirtió a la fe verdadera, por lo cual fue arrestado y llevado ante el procónsul Sebastián que lo torturó cruelmente sin poder lograr que el santo rechazara a Cristo.

Hermias vivió durante el siglo II. Los mayores detalles que se tienen sobre este santo relatan cómo fue su martirio, según das referencias, Hermias era soldado romano durante el reinado de Antonino Pío (entre el 138- 161), pero se convirtió a la religión cristiana y entonces rechazó toda clase de costumbres paganas que infestaban al imperio.

Por esta conversión, Hermias fue arrestado y presentado ante el procónsul de Comana, llamado Sebastián, quien le exigió que rechazase la religión y demostrase lealtad al emperador. Ante la negativa de Hermias, fue entonces sometido a diversas torturas, le fracturaron la mandíbula, le arrancaron la piel del rostro y por tres días lo dejaron en un horno en llamas, del cual salió ileso.

Sebastián buscó a un brujo llamado Marus, que preparó dos pociones venenosas para asesinar a Hermias, pero el santo las bendijo, las bebió y nada sucedió. El brujo Marus reconoció el poder de Cristo y por esto fue decapitado.

Por su parte, Hermias fue sometido a mayores castigos, sumergido en aceite hirviendo, le arrancaron los ojos, lo dejaron de cabeza por tres días, todo lo cual soportó por su fe en Cristo. Finalmente, Sebastián lo decapitó en el año 170. Su cuerpo fue rescatado por unos cristianos que le dieron sepultura.

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